La dificultad de jugar en el medio campo

Viendo como comienza el año, ¿pensáis que la mejor estrategia para vuestros negocio es esperar?. En muchas conversaciones escucho la frase “con la crisis lo mejor es dejar que pase este año”. Está claro que estamos atravesando por una situación económica histórica, que hay mucha gente en el paro, que el entorno no es nada prometedor, etc, etc, pero, seguro que lo mejor es “esperar a que pase la crisis”

Comentaba con alguien de mi equipo esta semana que uno de los efectos mas perniciosos de la situación actual es que impacta de manera muy diferente a los players del mercado. En nuestro campo, la formación y el empleo, existen grandes corporaciones mundiales, que aunque aplican políticas de contención, están instaladas en dinámicas de desarrollo y crecimiento: Pensad en Apple y su anuncio para la educación o en SAP comprando successfactors, o en las escuelas de negocio y sus estrategias globales… Estas empresas invierten, investigan y abren nuevos nichos en los mercados actuales. En otro nivel están las empresas medianas que aunque lejos de ese grupo de cabeza, sí tienen una posición predominante en los mercados locales. Son ésas empresas las que lidian con la complicada tesitura de seguir la dinámica de las grandes o jugar a reducir y reestructurarse. Estas empresas son clave para cualquier sector porque son tractor de todo un conjunto de empresas mas pequeñas. Son ellas las que estructuran los estándares de servicio, desarrollan los mercados y fijan los estándares de calidad que marcan la pauta para el resto de los players. Además sus decisiones impactan en las estructuras de colaboración, que son las pymes el tejido mayoritario de éste país.

Si el impacto de la crisis logra doblegar a estas empresas medianas, éstsas que juegan en ese medio campo, donde es clave la calidad de los jugadores y se define «personalidad» del juego, perderemos otra oportunidad mas para empezar a cambiar la situación actual. Dejar la innovación en manos sólo de las start-up o de las pymes es empobrecer el conjunto de los servicios que se puedan crear para los clientes.

Pero ¿podemos en la situación actual innovar? Yo creo que sí. Tenemos que ser capaces de transgredir, de ser inconformistas y ser apasionados con la actividad que desarrollamos, en definitiva, de ser innovadores. No hay fórmula mágica, ni costosa para la innovación: cualquier persona apasionada, que ponga a prueba los límites y las posibilidades de su entorno, indefectiblemente, inexorablemente innovará, y al menos tendrá una opción diferente a la de esperar a que pase, otro año más de crisis